El clown es animarse a trabajar con nuestro ridículo para compartirlo con aquella humanidad representada por el público. Por eso lo primero es reconocer, aceptar y poner en juego la fragilidad que surge ante la presencia de los espectadores. Esconder nuestra fragilidad será imposible, disimularla también, lo mejor será aprovechar su evidencia y convertirla en nuestro primer recurso para hacer reír al público.
El clown es positivo en extremo, cree en todo lo que emprende, quiere hacer todo muy bien aunque las cosas luego se le compliquen. Vive eternamente inadaptado al mundo que lo rodea. Esto lo convierte en un antihéroe profundamente simple y soñador. Tiene los pies en la tierra lo que no le impide echar a volar su propia poética.
- Trabajo sobre la Vulnerabilidad y el Vacío.
- Aspecto físico y emocional de cada clown.
- Desarrollo del lenguaje clownesco: stop, proyección, fragmentación de acciones, estados, primer y segundo plano, complicidad y escucha, pasaje de focos, uso del ritmo, del tiempo y del espacio, etc.
- Improvisación a partir de consignas de solos, dúos y tríos.
ELEMENTOS DE TRABAJO: Ropa cómoda, nariz, traje y objetos del payaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario